Jorge Mariano Rodríguez

De un momento a otro la actividad artística del dos veces Rey Vallenato, Julio Rojas Buendía, cambió del escenario de las tarimas y luces al de los quirófanos.

Su dramático caso de salud comenzó en el año 2001 cuando fue sometido a una primera operación, de corazón abierto, luego que le fuese diagnosticada una Insuficiencia Aórtica.

Por definición en Wikipedia, “la Insuficiencia Aórtica (IA), conocida también como regurgitación aórtica, es un trastorno de la válvula aórtica del corazón, caracterizado por reflujo de sangre desde la aorta hacia el ventrículo izquierdo, durante la diástole ventricular, es decir, cuando los ventrículos se relajan. Puede ser debida a anormalidades tanto de la válvula misma, como de la porción proximal de la aorta”.

Clínicamente su caso fue intervenido con una válvula aórtica mecánica con lo cual, aparentemente, su situación habría sido controlada, lo que le permitiría continuar, sin contratiempos, sus giras musicales, que en algún tiempo también alternó con su participación en el programa “Cheverísimo”, en el Canal Regional Telecaribe, al lado de personajes del humor como Álvaro Ariza y el popular “Cara e perro”, entre otros.

Sin embargo, transcurrieron 7 años cuando nuevamente Julio Rojas tuvo que acudir al quirófano. Fue el 13 de junio de 2008.

Por razones desconocidas la válvula se dañó y por segunda vez fue sometido a una operación de corazón abierto para reemplazarla por otra mecánica.

En esta oportunidad su Médico le manifestó haber salido de manera exitosa de la operación, pero le recomendó mantener cuidado porque una tercera cirugía no la soportaría.

Así, en medio del cuidado médico y del entusiasmo por su actividad, tres años después, el Rey Vallenato en 1983 y 1994, se disponía a viajar a Cartagena para asistir al Festival de la Hamaca Grande, cuando decidió hacerse un cateterismo.

Para su sorpresa, la segunda válvula mecánica se había dañado otra vez y la recomendación médica era la de someterse a una tercera operación de corazón abierto.

No obstante, de manera inexplicable, se le impuso una válvula biológica, lo cual, a su juicio, se hizo de manera irresponsable el 13 de agosto de 2011.

“Por protocolo, debido a mi compleja situación se debía convocar una Junta Médica, pero esto no se hizo, el médico tomó la decisión directamente. Esa tercera válvula debió ser la definitiva porque no se puede poner en riesgo la vida de una persona tantas veces”, comentó Julio Rojas, el acordionista preferido del Premio Nobel Gabriel García Márquez por muchos años.

Por esta razón, tampoco oculta su molestia, acompañada de gran preocupación. “¿Por qué el médico tomó esa decisión solo? Por qué tanta prisa para realizar esa operación cuando debió convocar una Junta Médica, agotar todos los recursos y hacer la tercera cirugía definitiva que él mismo había dicho que se debía hacer”, se pregunta Rojas Buendía.

En esta ocasión nuevamente se le implantará una válvula mecánica, “porque todas las investigaciones coinciden en que las biológicas no deben ponerse a personas menores de 60 años”.

La cuarta cirugía está prevista para dentro de 15 días, “y debe ser la última para resolver el problema de una vez por todas, como se debió hacer en la tercera cuando no debió poner la válvula biológica, porque no me erradicaron el problema y ahora me tienen que operar otra vez”.

En medio de este drama de vida, Julio Rojas confía en salir fortalecido de esta cuarta operación, para esperar la fecha de su grado de Derecho, cuyos estudios concluyó en noviembre del año pasado.